Tu casa es tu refugio. Por eso es importante que esté lista para hacerle frente al ritmo acelerado y cambiante de la vida actual. A continuación, te contamos algunas claves sobre cómo tener un hogar con decoración Zen que te permita olvidarte de las prisas del día a día y del home office para vivir en armonía.
El Zen es una filosofía budista que busca la relajación y la conexión con nosotros mismos. Aplicar esta filosofía a muchas áreas, como el diseño de interiores, te ayudará a incorporarla más orgánicamente a tu vida. No existen reglas estrictas, pero sí muchas claves y tips para que encuentres la armonía y crees tu propio oasis personal.
Por supuesto, además de la decoración Zen, es fundamental poner en práctica otros hábitos necesarios para introducir esta filosofía a tu vida. Algunos de ellos son: tener una actitud positiva durante el día, descansar bien por las noches y saber desconectar de las responsabilidades del día a día para conectar con el mundo interior. Estos “mantras” no son imposibles y pueden ser aplicados inmediatamente.
Mantener la mayoría de las superficies limpias y despejadas es esencial para lograr una visión armónica y serena del ambiente. Por ejemplo, un escritorio lleno de artículos da la sensación de desorden, es incómodo y no genera paz. Mantenerlo ordenado permitirá que cada día que vayas a trabajar en este espacio, sea un nuevo comienzo y no la continuación del anterior.
De igual manera sucede con otros espacios, tales como las mesas de comedor, living o incluso la mesada de la cocina. Lograr esto en todos los ambientes de tu hogar cambiará significativamente la sensación de paz que te brindan.
La filosofía Zen no permite la acumulación de objetos materiales que no tengan un propósito definido y que no sirvan para el beneficio de otros. Alienta a la creación de espacios simples y despejados que propicien la contemplación y la reflexión.
Es importante detenerse a mirar todo los objetos de la casa y definir qué es verdaderamente necesario en la diaria. Si hay ítems que no son realmente necesarios, útiles, ni tienen un propósito definido, probablemente no estén alineados con la decoración Zen. Estos objetos pueden ponerse a circular para evitar la acumulación, así como también pueden venderse o donarse a organizaciones o personas que los necesiten.
Hay ítems que muchas veces no son necesarios en un momento en particular, pero que sabés que podés necesitarlos luego. Por ejemplo: la tabla de surf que no usarás hasta el próximo verano, las valijas que no usarás hasta el próximo viaje, etc. Todo eso que querés conservar, guardalo en un lugar seguro que no se vea ni estorbe. Si en tu casa no tenés espacio para esto, podés buscar alternativas de guardado extra, como una baulera inteligente.
Los pisos acabados en madera son más amigables a este estilo de vida que los grises, blancos o de tonos claros. Esto es ya que la calidad del material brinda otras sensaciones al caminar por encima con los pies descalzos.
Si el suelo de tu hogar es frío, te recomendamos cubrilo con alfombras de lana o algodón para que tus pies siempre mantengan el calor. Caminar descalzo es una de las mejores experiencias sensoriales, además de ser muy recomendado para tu salud física y tu conexión mental.
Para la decoración Zen se recomienda apostar por los tonos neutros como blanco, beige o un gris muy claro que no potencien la luz natural. La gama de los marrones también es muy Zen: simboliza el color de la tierra y puede generar combinaciones muy serenas. Podés combinar estos colores claros con algunos destacados en colores más vivos; o bien apostar por el verde que representa la paz y la armonía, alivia la fatiga ocular y recuerda a la naturaleza.
Sabemos que una casa más despejada puede resultar un tanto fría. La madera y otros materiales naturales son aliados perfectos para hacer el ambiente más cálido: alfombras de yute, tejidas, cestas de mimbre, muebles de madera natural o incluso de ratán para el interior, son algunos de los elementos de decoración Zen que podemos introducir para sumar calidez a los espacios.
Despeja todas las entradas de luz que tengas en tu hogar, ya que dentro de la filosofía Zen es muy importante la luz natural. Podés usar visillos de cortina en las ventanas para aprovechar los rayos del sol.
En cuanto a la luz artificial, la atmósfera ideal es cálida -ni fría ni muy iluminada-. Así que podés optar por la iluminación indirecta. Las velas y pantallas de lámpara son ideales para difuminar la luz y te pueden ayudar con este propósito.
Elegí los rincones a destacar en un ambiente y sumá un juego de lámparas, o un modelo de pie más grande para dirigir la atención hacia un punto preciso.
En un hogar con decoración Zen, las sensaciones de comodidad y tranquilidad son indispensables. Por eso, te recomendamos contar con elementos que brinden confort y acompañen el descanso, como un sofá o una cama llena de almohadones. Esto sumará mucha relajación en los ambientes y los textiles aportarán calidez.
Si tenés el espacio para diseñar un rincón 100% personalizado, recomendamos hacerlo. Puede ser un lugar para leer o meditar, tomarte una taza de té o practicar alguna actividad de tu preferencia. El objetivo será que sea tu rincón y te llene de bienestar.
Para esto, sugerimos algunos cambios sencillos: una silla cómoda, buenos almohadones, una mesa auxiliar, una luz cálida o estar cerca de una ventana, ¡y listo! sencillez y encanto solo para vos.
Ya tenés algunas claves para mirar tu casa y saber cómo tener un hogar más Zen, ahora ¡que comience la transformación!
Si vivís en un lugar pequeño o no tenés dónde guardar cosas y liberar espacio para un hogar más Zen, en Space Guru guardamos y cuidamos todo por vos hasta que lo necesites de vuelta ¡Hacé espacio para lo que viene!
Podes solicitar tu servicio en CABA, Zona Norte, Zona Sur y Zona Oeste.
¿Te gustó este artículo? ¡Compartilo en redes!
¡Hola!
Completá los datos para iniciar una charla